Siempre se anuncia, nunca llega. Eso es lo que se puede pensar del coche eléctrico de Apple. La marca Apple vuelve a ser noticia por su revolucionaria tecnología de baterías. Como si se tratara de una serie de giros, nunca se deja de hablar del coche eléctrico de Apple. Esta serpiente marina desarrollada bajo el nombre de Titán no está en sus primeras aventuras. De hecho, el proyecto lanzado en 2014 ya experimentó un periodo de parón antes de relanzarse en 2018 gracias, entre otras cosas, al regreso de un antiguo colaborador, Doug Field, que se ha trasladado a Tesla. Ahora resurge en los medios de comunicación gracias a la agencia de noticias Reuters, que ha podido recoger testimonios de fuentes anónimas que trabajan para la marca de la manzana.
En el concesionario de coches Crestanevada nos enteramos de que Apple está trabajando en una nueva tecnología que sería revolucionaria. Las baterías estarían compuestas de litio-hierro-fosfato (LFP) y no de iones de litio, como casi todas las que utilizan los grandes fabricantes de automóviles (pero también de teléfonos u otros dispositivos tecnológicos).
Este nuevo diseño tendría múltiples ventajas, como un tamaño reducido que permitiría una mayor autonomía para un tamaño idéntico al de las actuales baterías de iones de litio. Además, se limitaría el riesgo de sobrecalentamiento, lo que permitiría una carga más rápida. El coste de producción de sus baterías LFP también sería menor. Esto es realmente una buena noticia para el cliente, si la reducción se traslada al precio del coche final.
Apple también está apostando mucho por la tecnología autónoma. Para ello, la firma de Cupertino quiere utilizar la tecnología de Lidars (detectores láser) ya presente en sus iPhone y iPad de más alta gama, aunque podría recurrir a socios externos para su desarrollo.