En el mercado actual de los crossover, el Ford Galaxy es un dinosaurio. El Ford Galaxy, que entra en su tercera generación, es uno de los últimos monovolúmenes de 7 plazas. ¿Todavía tiene cabida?
¿Valiente o suicida? Se puede elegir el adjetivo para describir la estrategia de Ford, que ha vuelto con el Galaxy a un mercado tradicional de monovolúmenes que ha sufrido. Los grandes protagonistas han desaparecido (Citroën C8, Peugeot 807, Lancia Voyager), se han transformado en crossovers como el Espace o han dado paso a los SUV puros de 7 plazas como el Kia Sorento, el Hyundai Santa Fe y en un registro más elevado, el Audi Q7 o el Range Rover.
El nuevo Galaxy es por tanto, junto con el Volkswagen Sharan y el Seat Alhambra, el último monovolumen generalista que puede acoger a 7 personas conservando un volumen de maletero decente, puntualiza el concesionario de coches de segunda mano Madrid Crestanevada. Para ello, el modelo de Ford conserva su silueta muy cúbica diseñada para albergar un máximo.
Estéticamente, esta nueva generación retoma los últimos códigos estilísticos de la marca en el frontal, con luces cónicas que rodean la parrilla de Aston Martin, y en la parte trasera, la novedad es una luneta del portón trasero prolongada por una sección negra que baja hasta los faros. Con sólo 5 cm más y una media de 3.500 euros más, ¿qué ofrece el Galaxy en comparación con su hermano pequeño, el S-Max? La respuesta es sencilla: 2 asientos reales.
Mientras que el S-Max ofrece una apariencia más dinámica, el Galaxy no hace concesiones en términos de estética, con una altura de asiento más elevada para garantizar el máximo espacio para sus siete pasajeros. Los tres de la segunda fila disponen de un asiento independiente, deslizante y reclinable. Los ocupantes de los dos últimos asientos, que suelen ser maltratados, se sorprenderán del espacio disponible. No hay problema con el espacio para la cabeza y mucho espacio para las piernas. El espacio para los codos será un poco más restringido si el segundo asiento de salto está ocupado.
El Galaxy tiene una de las relaciones espacio-peso más favorables del mercado, lo que se traduce en un enorme volumen de maletero. Aunque sólo ofrece 300 litros con siete plazas, su capacidad aumenta a 1.300 litros y a 2.339 litros cuando se abaten los cinco asientos traseros. En este sentido, nunca ha sido tan fácil liberar este espacio, ya que todo está automatizado. Empezando por el portón trasero de accionamiento eléctrico, que se abre con el pie bajo el parachoques y da acceso a la consola de control del maletero, que abate los asientos de la segunda fila y despliega/pliega eléctricamente los de la última fila. En definitiva, las necesidades de la familia quedarán ampliamente satisfechas sabiendo que también se beneficia de (muy) numerosos espacios de almacenamiento.
La cabina no tiene características ostentosas. Es funcional y está bastante bien ajustado. La ergonomía no es la más avanzada del mercado, pero mejora gracias al sistema multimedia SYNC3, que hace desaparecer muchos botones de control. La nueva interfaz se ha simplificado y se ha hecho más intuitiva que su predecesora. En concreto, ofrece conexiones Apple Carplay y Android Auto.