Se llama HR13 y los clientes del diamante no han terminado de oír hablar de él. Este último motor de gasolina de cuatro cilindros desarrollado con la ayuda de Daimler, y más conocido como 1.3 TCe, tiene la misión de propulsar un millón de vehículos al año bajo las diferentes banderas de la Alianza (Renault, Nissan, Dacia) pero también de Mercedes que lo utilizará para sus modelos compactos (Clase A, Clase C y sus derivados). Después del Scénic, ahora es el Mégane el que se ha equipado con este motor de altas prestaciones, más acorde con el mercado que se decanta cada vez más por la gasolina.
Este nuevo 1.3 TCe está disponible en tres niveles de potencia (115, 140 y 160 CV) y ofrece importantes ventajas en estos tiempos de caza del CO2. De hecho, sea cual sea la versión, afirma que las emisiones de CO2 no superan los 125 g/km y limita la penalización a 113 euros. Como ventaja, llega en el momento justo para compararse con los mejores compactos europeos (Peugeot 308, Ford Focus y Volkswagen Golf) que han optado por un motor de 3 cilindros.
La ventaja de este tipo de arquitectura es que es silenciosa y está bien equilibrada a bajas revoluciones, lo que hace más agradable su conducción en la ciudad, señala el concesionario vender coche Crestanevada. Con la caja de cambios automática EDC de 7 velocidades, la combinación consigue proporcionar una conducción suave y fluida. Fuera de la ciudad, este 1.3 TCe es un motor que responde bien. A pesar de su baja cilindrada, ofrece una aceleración sólida e instantánea que resulta tranquilizadora a la hora de adelantar en carreteras secundarias. Por otro lado, su longitud es un poco corta, en la autopista por ejemplo. Nos hubiera gustado ver un poco más de «arranque» porque cuando está bajo carga, grita más de lo que envía. Su apetito en el surtidor no es nada extraordinario pero tampoco alarmante, con una media de 6,8 l/100 km registrada durante nuestra prueba frente a los 5,2 l/100 km anunciados (normas NEDC). Esta versión de 160 CV ofrece muy poco en comparación con el 1.3 TCe 140, que ya es competente en su clase y se vende por 1.200 euros menos.
El compacto francés ofrece un buen comportamiento en carretera, gracias sobre todo a una amortiguación de gran calidad. El ajuste favorece la flexibilidad sin comprometer el apoyo, lo que lo convierte en un compañero diario cómodo y agradable. Sin embargo, en esta franja de potencia (160 CV) en la que los clientes empiezan a buscar dinamismo e incluso deportividad, el Mégane te dejará con ganas de más. Preferimos el carácter más templado de un Peugeot 308.
En cuanto a la cartera, te costará al menos 28.000 euros comprar esta versión TCe de 160 CV con caja de cambios manual y un acabado alto «Intens», muy bien equipada y exenta de cualquier penalización ecológica con unas emisiones de 117 g de CO2/km. Si quiere disfrutar de los servicios de la caja de cambios EDC, tendrá que pagar 1.700 euros más. La propuesta de Renault es buena, sobre todo por el equipamiento de serie que ofrece. Sólo el formidable nuevo Ford Focus lo hace mejor, con un precio de 22.200 euros por la misma potencia y acabado.